Hábitos alimenticios en niños

Mtra. Esther Schiffman Selechnik

Nutrióloga y Especialista en Obesidad

@nutriologaesthers

 

Estimad@ lector@ de Ludi el Pirata, espero estés muy bien. En esta ocasión me gustaría platicar de los hábitos alimenticios en niños, ya que es el momento perfecto para que adquieran hábitos saludables que tendrán un efecto, tanto en su salud actual como en su salud futura. Se sabe que un niño con malos hábitos alimenticios, posiblemente tenga peso normal cuando es pequeño, sin embargo, incrementará su riesgo de obesidad en la adolescencia y un adolescente con sobrepeso u obesidad tendrá el 80% de riesgo de ser un adulto con obesidad. No sólo se trata de los problemas de salud que están asociados al sobrepeso, sino también el efecto emocional y la ansiedad que genera esta situación en los adolescentes y que los acompañará el resto de su vida. 

 

Pensar en seguir un plan alimenticio rígido, decirle que debe perder peso o restringir al niño o al adolescente NUNCA será una buena opción, ya que está comprobado que a mayor restricción, mayores los atracones, la ansiedad y el exceso; además que podría afectar su estatura y desarrollo, por lo que mi recomendación sería hacia los cambios en el entorno, cambios en el ambiente que rodea a los niños y que sean parejos para toda la familia (independientemente del peso o situación de salud de cada uno). Todos deberíamos de tener buenos hábitos alimenticios (tendríamos que tener como objetivo la prevención de enfermedades en lugar de la búsqueda de un cuerpo delgado a toda costa) que nos ayuden a vivir más y mejor, aquellos hábitos que han demostrado ser saludables en niños y adolescentes son los siguientes:

  1. Un buen desayuno.- El desayuno se ha considerado una de las comidas más importantes del día porque se ha visto que los que desayunan tienen un mejor rendimiento físico e intelectual y un menor riesgo de enfermedades. Específicamente, los niños y niñas que no desayunan o toman un desayuno ligero, tienen menor capacidad de atención y consumen una mayor cantidad de energía en otros momentos del día, aumentando su riesgo de obesidad en la adolescencia. El consenso de estudios propone que un desayuno completo debe contener siempre alguna fruta, alguna fuente de proteína de calidad como huevo o lácteos descremados (para niños de 1 a 2 años de edad se recomiendan enteros) y algún alimento del grupo de los cereales (de preferencia de grano entero como tortilla de maíz, pan integral, avena, etc.). Lo ideal es acostumbrar al niñ@ desde que inicia el kinder a que el desayuno es lo primero que se hace en el día y tenerlo inclusive listo, pero para los niños o adolescentes que no están acostumbrados a desayunar, se recomienda empezar con pequeños bocados, sin presionar y que poco a poco se estimule la señal de hambre e incrementen su consumo.
  2. Tener siempre disponibles snacks saludables en casa.- No hay alimentos buenos ni malos, por lo que siempre hay que ofrecer mensajes claros para los niños de que todo con moderación es bueno; sin embargo, una estrategia maravillosa para que prefieran los alimentos saludables es tenerlos siempre en un lugar visible y listos para comerse. Una buena opción es un frutero al alcance del niñ@ para que consuma fruta a cualquier hora del día (a mayor consumo de frutas y verduras, menor consumo de otros alimentos menos saludables). Otra opción es no dejar que tengan mucha hambre y que busquen cualquier botana y sorprenderlos con un snack saludable que en ocasiones pueda ser uno de sus alimentos favoritos (aunque no sea tan saludable) para que se den cuenta de que estos alimentos pueden incluirse de manera ocasional en lugar de verlos como algo prohibido. 
  3. Involucrar a los niños y niñas en todo el proceso de alimentación.- Es normal que la etapa preescolar se caracterice por una disminución del apetito y pocas ganas de probar alimentos nuevos, lo que desencadena una especie de pelea que termina en favorecer una mala relación con los alimentos que seguirá hasta la adultez. La mejor manera de invitarlos a probar y a comer una gran variedad de alimentos es involucrarlos en cada etapa del proceso, desde la elaboración de la lista de compras, la visita al mercado para experimentar sabores, texturas y colores, la búsqueda de recetas en internet y la planeación del menú semanal, hasta la preparación de dichas recetas en casa. 
  4. Predicar con el ejemplo.- los niños observan todo, así es que si los padres hablamos de dietas,  del horror que es tener que comer verduras, de la urgencia de hacer ejercicio para quemar las calorías ingeridas, comemos rápido, etc., ellos crecerán pensando que eso es lo adecuado y repetirán varios de nuestros errores. Hacer de la comida un momento agradable y sin distractores para toda la familia, será el inicio del desarrollo de buenos comensales y de adultos que puedan disfrutar de una dieta suficiente, completa y variada, que les permita mantener un peso saludable y prevenir enfermedades. 

Nos vemos en la siguiente columna y si tienes alguna inquietud con el tema de nutrición, no dudes en escribirnos para poder despejar tus dudas.