La disciplina positiva en niños
Mta.Shelly Geifman Tarlovsky
Psicóloga especializada en enfermedades psicosomáticas
La disciplina positiva se basa en la colaboración y el respeto siempre involucrando al niño desde pequeño a ser autónomo y empático.
Se educa con cariño con la finalidad de que el niño se sienta y sea libre de actuar y pensar. Cuando se educa a los niños con disciplina positiva se trata de que ellos entiendan las normas y reglas que hay y estas mismas les den seguridad. Las reglas ayudan a que el niño se vuelva responsable y aprenda la manera adecuada para saber comportarse y conocer cómo actuar ante cada situación que se le presente, dando como resultado que el niño madure, sea autónomo y feliz.
Existen algunas técnicas que impulsan la disciplina positiva, estas son:
-Elogiar lo que el niño hace bien. Es importante contar y revivir los momentos en que el niño se porta bien, con el fin de reforzar las conductas que deseamos que el niño repita.
-Establecer límites y reglas claras. Es muy recomendable escribirlas para así eliminar los malos entendidos.
-Establecer rutinas. Estas son muy buenas cuando queremos evitar conductas no deseadas, ejemplo; el niño aprende que después de desayunar tiene que llevar sus platos a la cocina, dicha rutina hace que el niño entienda que si un día no lleva los platos a la cocina después del desayuno podrá haber algún tipo de repercusión, ya sea una llamada de atención o algún mensaje que podría evitar si lo hiciera como está acostumbrado a hacerlo, por lo tanto para evitarlo tratará de hacerlo bien.
-Control del adulto. Cuando un niño se comporta de una manera inadecuada, sabiendo que no es la forma adecuada de comportarse, lo que está tratando de hacer es llamar la atención de sus padres. Por lo tanto lo que se recomienda es no prestarle atención para que entienda que así no logrará lo que quiere, en muchas ocasiones lo hacen a través de berrinches. Si requiere atención de mamá o papá en el momento deben hacerle saber que debe pedirlo de una manera adecuada. Es importante decírselo en el momento para que lo entienda.
-Preguntar en vez de ordenar. Con esto logramos asegurarnos que el niño conoce la respuesta, y le damos la libertad de actuar sabiendo que tiene el conocimiento de que si no lo hace habrá alguna consecuencia, además así aprenderá a actuar conscientemente y no a obedecer ciegamente sin pensar.
-Avisar con antelación. A los niños les gusta y les tranquiliza saber qué es lo que sigue, eso les da seguridad y evitará que se sientan sorprendidos.
-Dar opciones diversas de buenos comportamientos. Es importante que sienta la libertad de poder elegir aunque se trate sobre sus comportamientos, así sabrá que el decidió comportarse de esa manera y no le será difícil cumplir con el buen comportamiento.
En algunos momentos es difícil controlarnos como adultos cuando sentimos que una circulación que fluye regularmente se sale de control, es vital respirar, reflexionar y tomarnos el tiempo para tomar control ya que somos el ejemplo de los niños y si actuamos de una manera explosiva ellos harán lo mismo intentando copiar lo que ven pensando que es la manera adecuada de reaccionar y solucionar los problemas.
Debemos recordar la importancia que tiene el ejemplo de los padres para los niños. Los padres actúan como modelo a seguir de los pequeños.
Aplicar disciplina positiva desde que los niños son pequeños es ideal ya que no solo se reflejará en el comportamiento de los niños sino también fomentará la armonía familiar.
No olviden que lo mejor es educar con amor pero con firmeza.
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