Vínculo Afectivo y Apego
Por: Mtra. Shelly Geifman Tarlovsky
Psicóloga especializada en enfermedades psicosomáticas
shellygeifmant@gmail.com
Los niños al nacer tienen diferentes necesidades, las cuales deben de ser cubiertas.
- necesidades fisiológicas.
- Necesidades de protección ante posibles peligros (sean reales o imaginarios).
- Necesidad de explorar su entorno.
- Necesidad de jugar.
- Necesidad de establecer vínculos afectivos.
El apego es el vínculo emocional que desarrolla El Niño con sus padres o con un cuidador el cual le proporciona seguridad emocional, indispensable para un buen desarrollo de su personalidad.
La teoría del apego se formó después de la Segunda Guerra Mundial, ya que al quedar muchas niños huérfanos, sin hogar, empezaron a presentar dificultades, al faltarles contacto con su mamá o con un cuidador primario, por lo que varios psiquiatras y psicólogos empezaron a investigar que sucedía (John Bowlby).
Observaron que los bebés se apegan a adultos cercanos con el fin de crear una relación, esto les genera seguridad y de no ser así pueden llegar a sufrir aislamiento o carencias emocionales.
El apego o vínculo es una relación que El Niño establece con un número reducido de personas, con el fin de tener contacto y proximidad con ellas. Es un mecanismo innato que da como resultado seguridad.
Estas conductas se hacen más relevantes cuando El Niño percibe amenazas (enfermedades, caídas, pleitos con otros niños).
“llora para que su figura de apego venga a rescatarlo o ayudarlo”, cuando El Niño comienza a crecer y a adquirir el lenguaje en vez de llorar grita o pide lo que necesita.
Es básico que El Niño se sienta aceptado y protegido incondicionalmente.
El vínculo y el apego no desaparece con el tiempo, influye de por vida, en el resto de las relaciones que establecemos. Por lo que es muy importante desarrollar un apego seguro, basado en sentimientos de confianza y de protección.
El apego tiene diferentes fases:
-Fase de apego: Está se da en las primeras 6 semanas de vida, el pequeño o la pequeña aceptan a cualquier persona que le ofrezca resolver sus necesidades. El bebé responde a los estímulos externos y busca resolver sus necesidades y también busca tener contacto físico.
-Fase de formación: Está va de las 6 semanas a los 6 meses aproximadamente, el bebé comienza a sentir ansiedad si se separa de los seres humanos. Aquí todavía no rechaza a los desconocidos.
-Fase de desapego: Está es de los 6 o 8 meses hasta los 2 años, aquí el bebé experimenta enojo cuando se separa de su mamá o de su cuidador primario, incluso puede sentir ansiedad al separarse de ella. Empieza a haber rechazo físico a otras personas.
-Fase de relaciones reciprocas: Está fase se da a partir de los 2 años de edad, aquí El Niño empieza a entender que si se separa de su mamá, está no es una separación definitiva por lo que ya logra calmar su ansiedad, empieza a entender que su mamá va a estar para él, aunque no la vea todo el tiempo. En esta fase ya hay lenguaje por lo que ya puede hacer representaciones mentales, y puede predecir que su mamá va a regresar. Llora menos en su ausencia. Ya superadas estas etapas logra hacer una relación sólida.
El contacto físico deja de ser tan necesario, pero sigue buscando a su madre para sentirse seguro.
Cuando El Niño empieza a ir a la escuela, empieza a formar otro tipo de relaciones de apego, ya sea con sus maestros o amigos. Es recomendable que esta separación entre la madre y El Niño sea poco a poco, o sea que comience a ir a le escuela una hora, luego dos, ya que como El Niño no tiene sus estructuras cognitivas suficientemente maduras como para interpretar que esta separación es temporal, cuando la madre se va este la vive como una pérdida irreparable (por lo que llora).
Es importante no confundir apego seguro con sobreprotección, con esto me refiero a que un apego seguro es darle al niño la atención física y afectiva apropiada, vigilando sus necesidades e incentivando su autonomía. En cambio la sobreprotección es establecer pautas excesivamente proteccionistas, y esto da como resultado que los niños no crean que pueden lograr las cosas por sí mismos, por lo tanto se convierten en niños miedosos.
Es importante crear niños tolerantes que sepan esperar su turno, que aprendan a luchar por lo que quieren y que vean los fracasas como una nueva oportunidad de lograr cosas. Enseñar a los niños que la realidad existe independientemente de que nos guste o no, y esto les ayuda a adaptarse.
A lo largo de la vida El Niño empieza a separarse cada vez más de sus padres, por tiempos más prolongados. Al llegar a la adolescencia, aparece un cierto rechazo hacia estas personas o sea hacia las figuras de apego y esto es una forma en la que él logra formar su propia identidad. Solo quiere tener a estas figuras de apego cuando él las necesite. La habilidad para la toma de decisiones también cambia.
Es una época importantísima porque todavía hay admiración hacia los padres.
Nuestro papel como padres y educadores es brindarles las herramientas para que fortalezcan su autoestima y lleguen preparados a la vida.
Respetando su persona, su individualidad, sus necesidades, sus gustos e intereses; entendiendo que su vida no es tu vida.
La autoestima incluye la aceptación, la confianza, el concepto y el amor que cada persona tiene de sí mismo.
Si la relación de apego se establece de una forma adecuada, en los periodos críticos, el lazo afectivo que vincula a padres e hijos trascenderá a la época adolescente y lo más probable es que dure toda la vida.
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