La influencia de nuevas tecnologías en la educación
Por: MBA Felipe Rosales
Especialista en nuevas tecnologías de impresión 3D
Director General de MakerBot LATAM
Linkedin: Felipe Rosales
Sin lugar a dudas la pandemia nos ha enseñado que la tecnología tiene una gran influencia en la educación, y hoy quedó más que de manifiesto que debemos ser adaptables a cualquier entorno o circunstancia, al menos eso estamos aprendiendo desde marzo del 2020 y en este ámbito la tecnología tiene un lugar preponderante.
La tecnología se hizo presente en nuestra vida como nunca antes; situaciones que estimábamos lejanas para nuestra realidad de país en vías de desarrollo se vieron materializadas, incluso sectores de la población normalmente alejadas de la tecnología se vieron inmersas en este gran cambio cultural. Paradójicamente a las escuelas y sobre todo el modelo educativo que tenemos, se vio rebasado en la pandemia, pues la gran mayoría no estaban listas para utilizar educación a distancia y mucho menos hacer un uso intensivo de la tecnología, aún más quedó de manifiesto que profesores, padres de familia e incluso estudiantes les fue difícil esta nueva forma de interactuar. Si eso no nos demuestra la influencia de la tecnología en el desarrollo educativo de los niños, no sé que podría mostrárnoslo.
Hasta antes de marzo 2020 se podía tener educación sin tecnología, por lo menos de la forma tradicional que no ha cambiado en más de 100 años; sin embargo, ahora ese paradigma cambió. Aquellas escuelas que no estén invirtiendo en plataformas de educación a distancia, métodos de sanitización y sobre todo adaptando su modelo educativo y la forma de enseñar van directo a la extinción ¿Cuál es el índice de deserción en escuelas que no agreguen valor? ¿Cuál es el valor agregado de una escuela con contenido hecho al vapor? o aún más ¿cuál es el valor agregado de la educación presencial VS. ser autodidacta, si el contenido y las escuelas no cambian sus modelos? Sin duda alguna, ahora ya no puede haber educación sin tecnología, sobre todo una que ayude a los alumnos a pensar por sí mismos.
Un claro ejemplo de tecnología que ayude a los alumnos a desarrollar su pensamiento crítico es la Manufactura Aditiva que rompe con los paradigmas establecidos al cambiar la forma de aprender, pues ya no se trata de memorizar, sino de crear un vínculo con las piezas diseñadas o impresas que facilitan la comprensión de conceptos difíciles de entender. Cuando una persona se acerca a los salones de kínder o primaria, las preguntas de los niños son acerca de ciencia (por qué el pasto es verde, por qué un barco no se hunde si es de metal, etc.) y de inventos que todavía no existen, tienen mucha creatividad; sin embargo, eso cambia conforme avanzan en la escuela, pues esa creatividad muere. Una impresora 3D es un canalizador de creatividad, pues es una herramienta que te permite crear un objeto que hayas imaginado, sin tener mucho conocimiento de robótica, mecánica, arquitectura, modelado en 3D, ni de carpintería o cómo utilizar un torno o una fresadora. Lo único que necesitas es tener una idea, llevarla a cabo una y otra vez hasta que la pieza quede como la imaginaste. Fallar no es fracasar, sino solo un paso más en el proceso de aprendizaje, lamentablemente en Latinoamérica aún no se pierde el miedo a aprender de esta forma.
Debemos impulsar que los niños aprendan a través de la práctica sin temor a equivocarse porque es así como el aprendizaje verdadero se logra.
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